No hay palabra mal dicha, sino mal interpretada...Seguimos
19.- El Tupiceño no dice: ¿De verdad?, dice: de “Bolas”. Cuando un turista Argentino pregunta: ¿al equipo de futbol Huracán de Tupiza le dicen “Globo” como a su homónimo argentino?, le contestan ¡no señor! y le aclaran, en la Joya bella le conocen como el equipo del “Bola”, (haciendo alusión a don Luchito Villena) notable dirigente, que inclusive dejó como legado un museo, afirma su hijo, el docente y abogado Justin “Bola” Villena, de “Ciertitos” dice Gonzalo Sierralta, un “Toclense” y “Pajero” que vistió esa casaca. Si hermano, de “Bolas” argumenta el “Pataco” Murillo, también vistió esa casaca con historia, el “Maestro” Ugarte (+). Quien mejor que él y Yo, para hablar de “Bolas” ¿no ve?, además los dos somos leyendas finaliza diciendo don “Luismi”.
20.- El Tupiceño no dice estoy arruinado, dice: estoy “Cagao”, cuando un tupiceño cae en desgracia y sus arcas están vacías, su acreedor (Colombiano) viene a cobrarle lo adeudado, con hidalguía les dice: no tengo “guita”, estoy más “cagao” que palo de gallinero, “yesca” estoy, (como dirigente que postula a la presidencia del “Tigre”) aguántame un “cacho” hermano, ya vendrán tiempos mejores “por fa”, así le va “vueltiando” al prestamista.
21.- El Tupiceño no dice: me hice apretar un dedo, dice: me hice “c´utear” mi dedo, Así se lamentaba mi amigo el Pepito Burgos “Polvorete”, a consecuencia de la “C´uteada” perdí un dedo, al principio me deprimía, después asumí mi realidad y seguí para adelante, el único que me jodía era el “Henrracha” Pérez Briceño, cada que nos encontrábamos me decía: hola “Polvorete”, choque esos cinco, yo no me hacía problema, extendía mi mano, pero solo con cuatro dedos que me quedaban en la diestra, así contaba esa anécdota el pepito. (Ambos ya están gozando del paraíso prometido, saludos hasta el cielo amigos queridos).
22.- El Tupiceño no dice: mi amante, dice: mi “Chairo”, frase popularizada entre los amigos del volante, los transportistas son sabedores que las mujeres tienen debilidad por los bólidos, aprovechan la oportunidad de mantener más de una relación sentimental, (una en cada pueblo dicen orgullosos) cuando están en cercanías del siguiente pueblito de su recorrido, se “descontracturan” y dicen: hoy voy a comer mi rico “Chairito” y no es más. Verdad, así somos, me dijo un chofer amigo, por favor no digas mi nombre, sino me van a izar de las guindas en mi casa.
Así hablan,